Mi prioridad, mis pacientes

En mi labor como ortodoncista, he tenido siempre presente como mi mayor prioridad a cada uno de los pacientes a los que trato y con los que me relaciono diariamente.

Durante todos estos años he desarrollado un Marco de Atención Integral Centrado en la Persona; un ambiente cálido y acogedor basado en el respeto y la empatía, donde la comunicación y el intercambio son fluidos, y en donde los más pequeños gozan de un especial cuidado.

Mi sinceridad y mi compromiso con la solución es la mayor garantía para el tratamiento, seguimiento y la recuperación de la salud y del bienestar de mis pacientes.

Prevenir mejor que curar

La prevención es un compromiso fundamental en mi profesión y uno de los pilares básicos que orientan mi trabajo diario.

Gracias a establecer un seguimiento desde la primera infancia, puedo adelantar y solventar problemas que pueda traer consigo el crecimiento, debido a hábitos como la respiración bucal, la succión del pulgar (“chuparse los dedos”) o deglución infantil (alteraciones en el acto de tragar).

Desde edades tempranas tengo en cuenta determinados aspectos como la manera de masticar, y problemas respiratorios como el asma o alergias que conducen a una respiración bucal.

Se trata de hábitos y problemas funcionales que alteran el desarrollo armónico del rostro pudiendo producir tanto malformaciones en el crecimiento de los huesos maxilares, como alteraciones en la postura de la cabeza, cuello o espalda.

Mejor que uno: trabajo en equipo

El objetivo final de cada una de mis actuaciones es conseguir mejorar la salud y el bienestar general de mis pacientes. Para ello, siempre que el estudio y tratamiento del caso así lo requiera, colaboro activamente con un equipo de fisioterapeutas, osteópatas y logopedas, con el fin de lograr el reequilibrado postural y la reeducación funcional de todas las estructuras bucofaciales.

La Salud es belleza: el equilibrio entre estética y funcionalidad

En la actualidad, son muchas las personas que sufren ciertas alteraciones relacionadas con aspectos bucodentales y que interfieren directamente en su estado general de salud, así como en la armonía de las facciones de su rostro y la belleza de su sonrisa.

Las maloclusiones (mordida incorrecta) y las tensiones que se generan entorno a ellas, pueden derivar en una alteración de la postura del cuerpo (hombros, espalda) que a la larga tiene consecuencias en otras estructuras óseas, articulares y musculares. También las migrañas, dolores cervicales, articulares (ATM) o rechinamiento de los dientes (bruxismo), pueden tener su origen en un incorrecto engranaje de las piezas dentales. Además, cuando no encajan bien los dientes, las fuerzas masticatorias no estan equilibradas, produciéndose zonas de tensión y presión que provocan desgastes dentales, caries, fracturas y pérdida del soporte óseo (periodontal) de los dientes.

El equilibrio entre la estética y la funcionalidad es lo que me guía a la hora de aconsejar un tratamiento de ortodoncia.